«La Verbena de La Paloma» en Clasijazz
«La Verbena de La Paloma» en Clasijazz
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Siguiendo con el proyecto, que comenzó hace casi dos años, de llevar a la escena con acompañamiento de piano las obras más representativas del repertorio de Zarzuela, los profesores del RCPMA María Pina y Juan Vicente García han optado este curso 2015-16 por «La Verbena de la Paloma», de Tomás Bretón, involucrando una vez más a un nutrido grupo de alumnos del Conservatorio y a miembros del almeriense Coro Emilio Carrión. Las dos representaciones previstas tienen lugar en nuestra asociación amiga Clasijazz el sábado 31 de mayo a las 20 horas y el domingo 31 de mayo a las 19 horas, respectivamente.
La acción de la popular zarzuela transcurre en Madrid, en la época del estreno (1894), y se sitúa en los barrios populares madrileños, durante la festividad de la Virgen de La Paloma. Julián no comparte el espíritu de la celebración y comenta ante la «Señá» (señora) Rita, que es debido a que sospecha que Susana le ha dicho que no va a ir a la verbena con el pretexto de poder salir a solas con algún amante, lo que le da pie a tramar una venganza contra ella. La «señá» Rita trata de consolar a Julián animándolo a ir con ella a la verbena y a olvidarse de su venganza.
Enfrente de un café, los vecinos escuchan y palmean a la cantadora. Susana se siente amargada por los celos de su novio, al cual quiere dar un escarmiento, aceptando las proposiciones que le hace un viejo, que no es otro que Don Hilarión, el cual llega y trata de obsequiar a las muchachas con un refrigerio que encarga del café. Al salir por la puerta de la casa, los reconoce y se produce una pelea, en la que intervienen los guardias y el tabernero, poniendo paz. Susana se marcha con don Hilarión, mientras Julián jura venganza.
En una calle convertida en salón de baile los vecinos bailan y disfrutan de la noche. Están don Sebastián y su familia disfrutando cuando ven aparecer apresurado a Don Hilarión, el cual se refugia en su casa. Julián lo ha perseguido y trata de buscarlo en el baile. Detrás de él vienen la Señá Rita, la Tía Antonia, Casta, Susana y los Guardias, con los cuales mantienen una discusión. Don Sebastián intercede por Julián ante los guardias y este se reconcilia con Susana. Pero al entrar dentro del comercio Julián reconoce a don Hilarión, tratando de ir tras él y este desaparece entre el tumulto de gente, finalizando la obra con la alegría general.
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